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3.6.10

Antanas Mockus no quiere ganar las elecciones

Cuando uno rechaza el apoyo de quien con certeza le ayudaría es por dos razones. O porque ese apoyo al final no le conviene o porque no le importa tener éxito. Creo que el rechazo de Antanas Mockus a los "partidos tradicionales" y su preferencia por buscar una "alianza ciudadana" se debe a esas dos razones. Y también creo que esa forma de actuar le va a costar las elecciones del próximo 20 de junio.

En la rueda de prensa de 1 de junio, Mockus dijo que las alianzas lo llevarían a "desdibujar la identidad" del Partido Verde. De eso infiero que al candidato le importa más esa identidad que ganar la Presidencia. Es sencillo: con las alianzas –que son perfectamente legítimas y se hacen en todas partes– y los abstencionistas tiene más chance de ganar. Pero sin las alianzas está saltando al vacío, en un país donde la mitad de la gente nunca ha votado.

Es importante que Colombia cuente con un Partido Verde con voz, que defienda el ideario verde o al menos una versión liviana de éste. Pero no creo que esas ideas sean la prioridad de la famosa 'ola verde', en la cual espera apalancarse Mockus para construir su partido. La gasolina de esa 'ola' es la indignación que sentimos muchos colombianos todas las mañanas, cuando escuchamos por la radio o leemos en la prensa las denuncias de corrupción. Es una respuesta emocional contra los sinvergüenzas que, según creemos, se tomaron el país y es una esperanza de que Mockus cambie eso desde la Presidencia. La ecología y la defensa del medio ambiente, para la inmensa mayoría de nosotros, no es lo más importante.

Por eso creo que Antanas Mockus está calculando mal. Por un lado, no es justo que quiera darle fuerza al ideario verde con sus tres millones de electores, los cuales congregó con la consigna de "no todo vale" y no defendiendo políticas ecologistas. Por otro lado, lo que por agua viene por agua se va. Algún otro candidato puede recoger las banderas contra la corrupción y cambiar el color de la ola. O, simplemente, la emoción puede apagarse y la 'ola verde' puede terminar tan explosivamente como empezó.