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27.7.07

Premisa 1: Los paramilitares matan gente cortándola a pedacitos.
Premisa 2: La sedición es un delito político porque puede ser entendida como un acto político.
Premisa 3: Para Uribe, los 'paras' son sediciosos.
Conclusión: Para Uribe, matar gente cortándola a pedacitos es un delito político porque puede ser entendido como un acto político. Siempre y cuando las víctimas sean sindicalistas, indígenas, miembros de la UP o simples librepensadores, claro está.

23.7.07

¿Acaso era una sorpresa? Claro, al cura Rozo lo exoneraron, el hombre es inocente y, hasta donde yo se, eso quiere decir que para la Iglesia el sujeto hizo un video echando carreta y confesó una mentira, porque no hizo nada. En otras palabras, para el Vaticano Rozo era un santo curita que, contrario a lo que afirman los herejes que dicen ser sus víctimas, no se pasaba las noches masturbando y besando niños sino rezandole el Rosario a una Vírgen refundida en las sábanas del santoral.

Más allá de la discusión sobre la conveniencia o no del celibato para los curas católicos —yo no me meto en las casas ajenas sin permiso—, esta salida de ojos ciegos no es nueva en la larga historia de —estas sí— herejías de esta sagrada institución. Sagrada porque nadie la toca y nadie la mancilla, porque como su profeta es omnipotente e indestructible. La Iglesia ahora puede, con su santa varita mágica, borrar hechos del pasado así sus víctimas y sus actores los recuerden. Acaba de revelarse otro de sus santísimos misterios, con todo y que hacer magia era (y quiere volver a ser) herejía.

La verdad es que el delito prescribió, al proceso se le vencieron sus términos y, de acuerdo con la ley canónica, el cura Rozo no puede ser juzgado. Pero da igual, es como si la Iglesia hubiera decretado que eso nunca pasó. Para las víctimas que nunca van a ser reparadas es como si sus cicatrices psicológicas fueran producto de una herida que nunca les causaron. Y para la misma Iglesia es una vergonzosa tapada de cara ante una sociedad que, afortunadamente, ya no respeta la infalibilidad del dogma ni de sus defensores.

PD: Y los conservadores callados...

22.7.07

Nunca antes Internet había sido un actor político tan contundente. Acostumbrados a que los medios dictaran una gran parte de los temas importantes de las campañas, los políticos llevan muchos años aprendiendo los trucos que hay que tener bajo la manga para ganar las elecciones. Ahora están esperando que la revolución YouTube no los coja con los pantalones abajo.

Lo que ocurre es que, con motivo de las primarias de los partidos Demócrata y Republicano estadounidenses de cara a las presidenciales del año entrante, CNN y Google pidieron a los ‘youtubevidentes’ norteamericanos que enviaran sus preguntas en video a los candidatos para que estos las respondan en un debate. De todo han recibido. Tres jóvenes vestidas de avestruz preguntan si los candidatos van a reformar la seguridad social; otro estudiante recién graduado que acaba de ser aceptado “en la universidad de sus sueños” pero que no puede pagar hace un gran montaje para preguntar qué harán los candidatos para hacer la educación universitaria más económica.

Según el New York Times, “algunos analistas politicos dicen que YouTube podría forzar a los candidatos a que dejen de ser tan artificiales, puesto que saben que sus verdaderas personalidades saldrán a la luz pública de todos modos”. El diario neoyorquino califica estas elecciones como “en formato de reality”, y todo esto gracias a que los ojos de Internet son los ojos de todo el mundo, pero su memoria es mejor que la de cualquiera. Así como Edgar se cayó, todos —absolutamente todos— nos reímos en su momento y el torpe gordito se volvió famoso, los políticos ahora no pueden darse el lujo de caerse para que el mundo se ría de ellos, o lo que es peor, no los elija.

Además, sabemos que la dinámica de Internet es diferente a la vieja y conocida movida de la ‘tele’. En el mundo de lo virtual las cosas se mueven de otra forma; la pregunta es si la política también empezará a hacerlo. Mi generación está acostumbrada a ver campañas electorales que han sido diseñadas para la televisión, lo que ha significado que los temas que inundan los titulares de los noticieros son los que, al final, terminan siendo importantes para los electores —y poniendo y quitando presidentes, alcaldes y congresistas. Esta forma de ver las relaciones entre medios, audiencias y política se denomina agenda-setting.

¿Será que, con el tiempo, los temas “importantes” van a ser los de las etiquetas de los blogs y los de los videos destacados de YouTube y compañía? El de ahora es un pequeño experimento que aún tiene mucho de televisivo, las preguntas que se les mostrarán a los candidatos serán elegidas por CNN. Esto puede significar que los temas de los titulares de los noticieros de Mr. Turner sean los que se pregunten. Pero a futuro, ¿impondrán YouTube y los blogs su propia agenda? O, por el contrario, ¿acabarán con el agenda-setting? Habrá que ver. Las elecciones de alcalde pueden ser un buen laboratorio.

10.7.07

No todos los tedios son iguales. Hay unos que se curan limpiando las telarañas y moviéndose un poco. Esos no son más que el resultado de advertir que hay un poco de polvo en la superficie de la existencia; y se solucionan simplemente pasando la bayetilla por donde hace rato no pasaba nada.

Otros tedios no son sólo cuestión de polvo sino de óxido. Son esos en los que las cosas que antes nos ponían a funcionar ahora no lo hacen, en los que de repente el mundo queda confinado al más pálido de los grises, a la más lisa de las sensaciones y al más insípido de los olores. Ahí es cuestión de examinar el corazón, ajustarlo, aceitarlo y probarlo nuevamente. Por lo general esas reparaciones terminan por no ser únicamente correctivas, también acaban por mejorar la válvula del vivir.

Pero hay un tedio que es producto de no pasar la bayetilla por la superficie ni llevar el corazón al mecánico. Es ese en el que hay un coma existencial y ya nada funciona, en el que el polvo ha acunado a los más voraces ácaros comedores de almas y el óxido ha corroído hasta los más importantes mecanismos de sobrevivencia espiritual. De repente el corazón no responde a las vueltas de tuerca y se intuye que hace falta algo severo, pues no quiero morirme de corrosión. No quiero morirme de tedio porque nada es como antes y todo es peor, porque soy todo lo que odiaba ser y ya no tengo nada de lo que tenía y me tranquilizaba. No quiero vivir sobreviviendo, luchando para no ahogarme por no saber nadar en las aguas mansas pero perniciosas de la desazón.